20 de junio de 2005

Comiendo

Qué bonito es criticar el sistema (se puede sustituir por cualquier cosa que no te guste o con la que no estés de acuerdo) sin hacer nada al respecto para solucionarlo o corregirlo (salvo despotricar en un foro más o menos reducido). Obviamente, este blog es otro ejemplo más de esto, de ahí gran parte del nombre de este sitio.

Es divertido subir al bus después de esperar durante una hora más de lo previsto y oir a todo el mundo protestando: que si el conductor, que si la empresa, que si el tráfico, que si esto es intolerable y demás argumentos y razones de sobra conocido. Es aun más divertido (divertidamente triste) comprobar que nadie hace nada efectivo para intentar solucionar esto, ya sea poner una queja, una reclamación, una denuncia, una huelga, una barricada... nada, solo el pequeño pataleo en caliente y ya.

Estamos acostumbrados a pensar que no se puede hacer nada, que cualquier intento de arreglarlo va a ser peor, por no hablar del tiempo que nos va a llevar, en definitiva, a comérnosla doblada.

Y si te atreves a levantar el dedo te miran con cara de haber visto un extraterrestre, por no hablar de que nadie conoce bien los mecanismos, ni los usuarios-pacientes-sufridores ni las empresas, ni los organismos públicos... un desastre.

En fin, os invito a poner. por una vez en la vida, una reclamación sobre cualquier pequeño atropello que sufráis para que comprobéis que no está todo perdido. La otra opción ya la conocéis: comer polla...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Más que una reclamación (que muchas veces la usan para limpiarse esa polla que te han metío doblá), en ocasiones habría que poner una bomba... pero entonces te llamarían terrorista... a veces dan ganas de gritar con los Siniestro Total... "puebos del mundo, extinguíos de una vez!!!".

Ya me he rayao... debe ser q los madrugones siguen sin gustarme! :P


Zalúos!!!

qïp dijo...

Bueno, que cada uno utilice el método más afín, que mejor domine o le dejen utilizar... lo que invito es a ejercer el derecho al pataleo de vez en cuando y dejemos de comer pollas.

Anónimo dijo...

Acabas de recordarme uno de mis numerosos fallos (en proceso constante de eliminación). Me quejo y me quejo y me angustio y entristezco y a veces hasta lloro por tantas cosas que no me gustan y me frustran y me hacen infeliz
... Y jamás algo algo por mejorarlas.