7 de marzo de 2006

La sandía sexual

O cualquier otra sandez podría valer como título de este post deshonroso. No me hagan mucho caso pues la indigestión de películas que llevo encima no deja funcionar con cierta corrección mi maltrecho cerebro.

Me había propuesto no utilizar la descripción/crítica de películas que hubiera visto como sistema para llenar de posts este blog, pero el otro día vi una que no puedo resistirme a invitarles a verla. Seguro que no voy a hacer que la distribuidora, el canal o los autores mueran ricos, pues solo llego a unos 10 lectores fieles a los que me empeño en defraudar semana tras semana pero aun así, estoy dispuesto a romper mis principios para llegar a un buen final.

La película no es otra que
El sabor de la sandía (en inglés se llama "La nube caprichosa" y en taiwanés no me atrevo a traducirlo porque excede mi conocimiento de mandarín).

No se dejen engañar, no es una broma obra maestra, ni una gran película. Es más, incluso puede que llegue a aburrirles con sus planos fijos y estáticos de 1 minuto o más pero, qué carajo, a mi me gustó. Tampoco es que fuera un dechado de originalidad, porque no aporta nada nuevo, pero háganme caso, véanla. Eso si, no esperen nada, no lean el argumento ni ninguna crítica. Solo mírenla.

Confien en mi por una vez en sus vidas. Igual no se arrepienten y me lo agradecen. Espero sus comentarios saboreando una sandía...