26 de agosto de 2005

Al menor descuido te la meten...

Problemas de mi amigo David (ESTAFADO2005@terra.es)... aunque parece una broma cruel, es la puta realidad... ¿seguimos chupando pollas?

NUNCA TE COMPRES UN LAND ROVER Y MENOS EN SERTASA MÁLAGA

Pásalo a todos tus conocidos. Prevenlos de un gran error.

Esta es mi historia:

En Diciembre de 2004 adquirí un Land Rover Freelander con 40.000 km en SERTASA Málaga. Como suele ocurrir, me aseguraron todo tipo de maravillas acerca del coche. Que estaba muy bien cuidado, que estaba completamente revisado, que me daban un año de garantía, etc. Para nosotros era caro, 20.000 €, ¡ pero era un LAND ROVER !

Pues bien, piqué y lo compré. GRAN ERROR.

Nada mas comprarlo fuimos a probarlo e hicimos un viaje. Por la autovía nos dimos cuenta que el coche no tiraba. No pasaba de 3000 RPM. Los motocarros nos adelantaban y se reían de nosotros. Frustrante. Esa fue nuestra primera visita al servicio técnico de SERTASA. El principio de una larga y amarga relación.

Pues bien, aparte del “problemilla” de la potencia, la dirección sonaba como un cascanueces. Nos aseguraron que esos son detallitos sin importancia y que raudos y veloces nos lo repararían. Solo tardaron ¡tres semanas!. Bueno, se tardó, pero le cambiaron el “no se qué del turbo”, no me dieron muchas explicaciones más.

Ya tenía la mosca detrás de la oreja.

Dos días después el coche volvía a tener problemas en la dirección. Segunda visita al taller. “Oye, que la dirección sigue sonando”. “Que raro, déjalo aquí y lo miramos”. A ver, es que yo trabajo, sabes. “Y necesito el coche, que me gastao una pasta como pa tener que llevar al niño a la guardería en patineta”. Pues nada, segundo cabreo.

Esta vez, solo tardaron dos semanas. Explicación: “Mira que es que falta reponer una pieza” así, mejor te lo llevas y cuando la tengamos pues te llamamos. Pues bueno, paso por el aro. Que voy a hacer, necesito el coche.

Espere la llamada, y esperé y esperé y llamé y llamé. Y el coche parecía una locomotora, me daba susto hacer una rotonda porque la gente se apartaba creyendo que los iba a atropellar un tren.

Al cabo de tres meses y mucha insistencia y sangre fría lo volvemos a llevar. “Mira, que a ver si me arreglas esto que estaba pendiente de una pieza”. “Una pieza… que raro, déjalo aquí y lo miramos”. Lo dejé, que vamos a hacer. Total, yo soy un pringao y mi tiempo y vida personal que malgasto esperando el autobús después de pagar una pasta por un coche vale una mierda.

Espere, y esperé y esperé y llamé y llamé. Después de dos semanas la paciencia que me quedaba era poca. Vuelvo a llamar. “Oye, que llegó la pieza de los cojones ya”. “No mira, es que las piezas estas no se si van a llegar”. “Pero como es que no sabes”. Ya me tocaron los huevos y me cagé en la madre de SERTASA y en la del puto niñato del servicio técnico.

A los veinte minutos me llaman. Mágicamente ya estaba todo reparado y en perfectas condiciones. ¿Sospechoso, verdad?

Recogemos el coche. Aparentemente no suena. El del taller me asegura que ha hecho una reparación profesional y concienzuda. Me lo llevo, que le voy a hacer. Necesito el coche.

No llego a mi garaje cuando la dirección vuelve a sonar a su ritmo del caribe. Entonces uno dice, que le den por culo, paso de todo. Estoy ya cansado, me derrotaron, que suene.

No termina ese mismo mes cuando el coche no arranca. Evidentemente, eso suele ocurrir el peor día posible. Cuando te esperan urgentemente y encima llueve. Para ponerse a llorar.

Llamada a grúa, planificación familiar para ver como nos organizamos para hacer todo lo que nos toca hacer en nuestra puerca vida de currante sin coche y viviendo a cincuenta kilómetros del trabajo.

Después de llamar cuarenta y ocho veces y suplicar que necesito el coche. Porque claro, era verano y los señores solo trabajan por la mañana y van mucho mas lento de lo normal (como si eso no fuera imposible). Esta vez me cambian un inyector. Sin mucha explicación más.

En cuanto a la dirección me la vuelven a “reparar”. Supuestamente. La explicación esta vez es que tiene una fuga. Pero vamos a ver, la fuga la tenia antes, o esto es nuevo, y si la tenía antes porque no la arreglaste so cabrón. Y que es lo que has hecho, has rellenado de nuevo o me has tapado la fuga. Respuesta: “todo esta arreglado”.

Y una mierda, a la semana ya estaba como siempre. Y además de vez en cuando notaba que al motor se le iba la olla, se subía de revoluciones pero no tenía motricidad, como si pisara el embrague sin soltar el acelerador.

Así estuvimos una semana más. Después el coche dijo “aquí me quedo”. Volvemos a llamar a la grúa. Por aquel entonces ya éramos amigos de toda la vida. ¿Cómo esta la familia? Bien, y lo llevamos donde siempre, ¿no?. Si, si, donde siempre a SERTASA.

A estas alturas uno ya esta pensando en vender el coche y que le den mucho por culo a la LAND ROVER. Pero bueno, esperemos a ver que le pasa ahora.

Después de una semana de llamadas y ruegos y cabreos me llaman. “Que mira, que el problema es del embrague, que se ha gastado, esta quemado”. “Esto es una pieza de desgaste y no lo cubre la garantía”, “que lo tienes que pagar tu”, “son 600 €”.

Lo primero que se te ocurre cuando oyes eso es, éste esta de broma, después piensas, no, esto es en serio y no sabes si ponerte a llorar o coger un bate de béisbol ir para allá y partírselo en la cabeza.

Como un triste y capullo cívico ciudadano lo único que alcanzas es a cagarte en la madre del que esta al otro lado del teléfono. Pero vamos a ver, si el coche lo tengo desde hace menos de ocho meses y la mitad del tiempo ha estado en el taller y ni siquiera le he hecho 10.000 km. Me vas a decir que eso es culpa mía. La respuesta: “Yo eso no lo se”, “es una pieza de desgaste y yo no se como conduce usted”. Pero serás hijo de la gran puta, cabronazo. Que coño voy a conducir si el coche ha estado más tiempo encima de la grúa que andando, mamón.

En fin, cabreo monumental. Del disgusto te duele el estomago no tienes la cabeza como para trabajar y lo único que uno puede hacer es tragarse la bilis envenenada que le sale por las orejas.

Al día siguiente a primera hora de la mañana voy al taller y pido la hoja de reclamaciones. “No mira, que hasta las nueve no vienen los de administración, así que tendrá que esperar”. Encima de que uno tiene que ir como un cabrón y perder tiempo del trabajo, nada, a esperar una hora allí sentadito.

Pues nada, ahí que relleno la hoja de reclamación y espero respuesta. Conociéndola de antemano, que será “hala y que te den por saco”. Y es por eso que me decido a contaros esta historia.

Nunca os compréis un LAND ROVER y mucho menos en SERTASA. Y no soy yo el único, os pongo comentarios de la web acerca de los FREELANDER recogidos de
www.autopina.com :

  • Lo peor: Dirección asistida, embrague, humos de escape, ruido de válvulas, precio recambios y accesorios, factura del concesionario cuando se te ocurra llevarlo para que le miren algo que anda mal, frenos malos, equipamiento escaso, etc, etc......
  • Este vehículo no se lo recomiendo a nadie, FREELANDER, REGALADO ES CARO
  • Me han cambiado casi la mitad de las piezas del coche, 3 veces el techo solar, 1 la transmición, 2 bomba gasoil, se para sin mas, no se sabe si es electrico o sigue fallando la bomba, por dos veces, pierde liquido de la dirección, se salto una valvula y se cargo el pistón, el albor de leva, dos veces todo el kid de embrage, no he estado con el en la calle más de 3 meses seguidos.
  • Larga lista de averias. Está a años luz de los japoneses
  • EL EMBRAGUE Y EL ALTO COSTE DE PIEZAS Y MANTENIMIENTO. A LOS 30.000KM SE GASTA EL EMBRAGUE CON UN USO NORMAL EN CARRETERA. LAND ROVER LADRONES Y UN TIMO DE COCHE

Por favor reenviad esto a todo el que le pueda interesar, le harás un gran favor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si, la puta realidad... gracias por la "publicidad" en tu blog, se que tienes muchos seguidores.

Anónimo dijo...

Joer... sin intención ninguna de burlarme del pobrecillo comprador del coche, pero me he meao de risa leyendo esto! ¿Por qué? Pues porque la situación te la puedes imaginar con pelos y señales mientras lees. ¿Por qué? Pues porque se ven situaciones así a diario, se ríen de nosotros... ¿Qué hacemos? Pues reírnos, o llorar, claro... o cagarnos en toa su nación, o estamparlo contra la pared, o sacarle los ojos y rellenar el hueco con sal y limón... pero, sobre todo, comer pollas, muchas pollas!

Nas noshe!

Anónimo dijo...

Todo el mundo que quiera ver como se las gastan en este concesionario que visite:
http://usuarios.lycos.es/mesientoestafado/